Un Discipulo fue donde su maestro y le dijo: Maestro quiero encontrar a Dios. El maestro sonríe. Y como hacía mucho calor, invitó al joven a acompañarlo a darse un baño en el río. El joven se zambulló, y el maestro hizo otro tanto. Después lo alcanzó y lo agarró, teniendolo por la fuerza debajo del agua. El joven se debatió por unos instantes, hasta que el maestro lo dejó volver a la superficie. Despues le pregunta qué cosa había deseado más debajo del agua. El aire, respondió el discipulo. ¿Deseas a Dios de la misma manera? le pregunta el maestro.
Si lo deseas asi lo encontraras. Pero si no tienes esa sed ardiente, de nada te serviran tus esfuerzos, tus libros y mis enseñanzas. No podras encontrar la fe, si no la deseas como el aire para respirar.
Ora por un encuentro asi con Dios, lleno de fe.
No hay comentarios:
Publicar un comentario