Hoy Señor me pongo en oración
y pido por todos los sacerdotes,
esas personas que Tú has escogido
como seguidores de tu camino.
Quiero pedirte perdón, por todas las veces que
mi corazón juzgó a uno de tus elegidos,
pensando que no hacían bien su cometido
sólo porque no actuaban como yo había querido.
Dame Señor la sabiduría de entender y comprender
y a no juzgar ni criticar su proceder,
porque sólo Tú sabes lo que hay en su corazón
Qué ignorantes somos al pensar,
que ellos deben ser perfectos como Tú,
que no tienen derecho a equivocarse, cansarse o enfermarse,
se nos olvida , que los has elegido de entre todos los hombres
y que lo han dejado todo por amor a ti Señor.
¡Quién soy yo para criticar!
a quien Tú les has dado poder para consagrar,
tu cuerpo y sangre en el altar.
si Tú los elegistes, quién soy yo para sentenciar,
que me baste tan solo saber,
que sin esas manos benditas, yo no podría comulgar.
Escrito por: Rosa Elia